Durante julio comenzamos las jornadas de restauración ecológica, actividades que se enmarcan en nuestro programa “Red de Restauradores: Articulación para la adaptación al cambio climático mediante soluciones basadas en la naturaleza”, iniciativa financiada por el Gobierno Regional de Biobío y que abarca seis comunas de la región del Biobío, las cuales se han visto fuertemente afectadas por los efectos del cambio climático: Santa Juana, Florida, Mulchén, Hualqui, Nacimiento y Santa Bárbara.
En el programa «Red de Restauradores», partimos de la noción de que cuando los ecosistemas son saludables y están bien administrados, brindan beneficios y servicios esenciales para las personas, como reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, además de garantizar la seguridad de los recursos hídricos, hacer que el aire sea más limpio para respirar o proporcionar más seguridad alimentaria.
En medio de los exigentes desafíos en un contexto de cambio climático, es urgente la búsqueda de soluciones para convivir con nuestros ecosistemas, los cuales se encuentran alterados y degradados, por lo que el primer paso es avanzar hacia acciones de restauración y conservación, donde se involucre a las comunidades y con lo cual se busca recuperar un ecosistema degradado, dañado a fin de que ayudarle a retornar a su estado anterior, lo cual es uno de los ejes fundamentales del programa que implementamos desde noviembre de 2022.
Es importante señalar que estos procesos van de la mano de un componente comunitario a fin de atender los problemas y las necesidades de los territorios, por lo que en nuestro programa “Red de Restauradores” fomentamos el trabajo de grupos articulados con capacidad de acción, en pos de cohabitar con la naturaleza y no en detrimento de ella, restaurando así la relación sociedad-naturaleza. Así, durante julio de 2023 comenzamos de lleno con las actividades junto a la comunidad para realizar restauraciones en las seis comunas que abarca nuestro programa.
Restauraciones Ecológicas en la región del Biobío
Y la primera de ellas fue Nacimiento, donde un grupo de voluntarios acudió junto a nuestro equipo hasta el Fundo Las Termópilas, para trabajar en dos jornadas, logrando la plantación de más de 130 árboles nativos, para así comenzar a recuperar las más de 35 hectáreas de bosque nativo que fueron consumidas por los incendios forestales de febrero.
Luego llegó el turno de Santa Juana, para lo cual trabajamos junto al Comité Apícola Malal, quienes vieron afectada su actividad productiva a causa de los megaincendios en la región. Con este grupo nos enfocamos en la recuperación de la flora melífera en cinco predios del sector de Chacay. Así, luego de dos jornadas de restauración, logramos la plantación comunitaria de 300 árboles nativos, como el quillay, hualle, meli, boldo, notro, radal, peumo, ulmo, avellano, además de especies introducidas, las cuales tienen un gran potencial de floración para las abejas como el romero, lavanda, verónica y tilo.
En tanto, en la comuna de Hualqui, aunamos fuerzas con decenas de voluntarios de la red de restauradores de la comuna, la Oficina de Jóvenes del Municipio y Juntas de Vecinos, con quienes en dos jornadas de restauración trabajamos en el estero Las Ánimas, que es un lugar importante para la comunidad y los ecosistemas, pero que evidenciaba una gran cantidad de basura acumulada. Para lograr nuestro objetivo realizamos una limpieza permitió retirar más de 320 kilos de residuos. Durante esa jornada también pintamos juegos de una plaza aledaña e instalamos letreros llamando al cuidado del medioambiente y finalmente con la ayuda de los asistentes plantamos más de 50 árboles nativos en el lugar, como culén, huingán, maqui blanco, calle calle y quillay.
Tras esto llegamos a la comuna de Florida, donde trabajamos junto a la red de propagadores nativos Peuma Florida, reuniendo un total de 25 voluntarios, a quienes realizamos un taller de propagación, pero también dialogamos acerca de la importancia de recuperar el bosque nativo en la zona. Tras esto, nos enfocamos en la restauración ecológica comunitaria que se llevó a cabo en el predio de Bernardita -integrante de Peuma Florida- logrando la plantación de especies como Huingán, Maqui, Corontillo, Corcolén, Hualle, Quillay, Maitén y Pelú, las cuales fueron dispuestas en núcleos de 6 plantas.
En agosto fue el turno de Santa Bárbara, donde llevamos a cabo un fin de semana dedicado a la restauración ecológica con dos jornadas de trabajo junto a habitantes de la comuna, en particular con integrantes de la Agrupación para el Desarrollo Apícola de la comuna. Los sectores elegidos fueron Bajo Mininco y Los Mayos, donde realizamos la plantación total de 280 árboles nativos, además de un cerco vivo, para así potenciar el desarrollo de la apicultura a pequeña escala, posicionándola además como una actividad productiva sostenible y mediante la cual se puede promover la conservación y propagación de los bosques nativos.
Finalmente en la comuna de Mulchén, para lo cual trabajamos junto a la comunidad en el diseño de un plan piloto para restaurar la ribera del río Bureo tras la realización de un mapeo participativo junto a los integrantes de la agrupación Mulchén Consciente, con el objetivo común de promover el cuidado del río Bureo y su ribera, lo cual es vital para combatir los efectos del cambio climático a nivel local. Así junto a decenas de voluntarios realizamos un diagnóstico y planificación de la jornada de control de especies exóticas, para posteriormente plantar 130 árboles nativos en el lugar, en busca de recuperar las condiciones ecosistémicas naturales del río Bureo y también llevamos a cabo el control de especies exóticas, principalmente aromos. La madera obtenida en estas labores, fue donada a un hogar de ancianos de la comuna, para su uso como calefacción.